Cumplía una condena de 93 años de prisión por delitos sexuales y pornografía infantil en agravio de menores de edad, pero la vida no le alcanzó para pagar sus crímenes. Jean Succar Kuri murió a los 79 años de edad en un hospital privado de Cancún, Quintana Roo.
Reportes preliminares señalan que su muerte fue consecuencia de una insuficiencia cardiaca; por los motivos que fueran, la periodista Lydia Cacho afirmó que su fallecimiento fue el fin de una pesadilla para cientos de niños y niñas.
A sus 30, la llegada a México
De acuerdo con fichas biográficas, el nombre completo de Jean Succar Kuri era Jean Thouma Hannah Succar Kuri. Nacido en Bisharri, Líbano, en 1944, llegó a México a los 30 años y obtuvo la nacionalidad mexicana.
Su primer destino fue Guanajuato, pero posteriormente se trasladó a Cancún, una ciudad en crecimiento debido a su atractivo turístico.
Algunas reseñas de su carrera empresarial indican que comenzó vendiendo refrescos en el aeropuerto de Cancún. Con el tiempo, adquirió un grupo de 50 villas y un hotel, lo que le permitió acumular una fortuna estimada en 30 millones de dólares.
La periodista Lydia Cacho Ribeiro, en su libro «Los Demonios del Edén», documentó una red de políticos, empresarios y funcionarios públicos involucrados en la pederastia, en la cual él desempeñaba un papel principal.
Testimonios
La periodista Lydia Cacho recopiló testimonios de mujeres que, siendo menores de edad, fueron víctimas de Jean Succar Kuri. Relataron que Succar Kuri obligaba a las niñas a traer a otras menores menores de edad, quienes eran abusadas sexualmente, fotografiadas y forzadas a participar en videos de carácter sexual.
En su libro «Los Demonios del Edén», Lydia Cacho también implicó a José Kamel Nacif, Mario Marín y su esposa Gloria Pita en esta red de pornografía infantil.
En 2004, Succar Kuri fue detenido en Chandler, Arizona, y posteriormente extraditado a México a petición del entonces procurador general y la Interpol.
Un año después de su arresto, un juez federal negó una solicitud de amparo de su defensa estadounidense para liberar más de 20 millones de dólares congelados en sus cuentas bancarias.
En 2011, años después de su captura, fue condenado a 112 años de prisión, aunque la pena se redujo posteriormente a 93 años.
Succar Kuri estuvo recluido en el penal federal de Chiapas y luego fue trasladado al Cereso de Cancún en septiembre de 2023, una decisión criticada por Lydia Cacho.
Una vez en Quintana Roo, su defensa legal solicitó un amparo para que pudiera cumplir su condena en prisión domiciliaria debido a múltiples problemas de salud. Un juez federal debía decidir sobre esta solicitud en julio.
Poco antes de su muerte, una de sus víctimas, Edith Encalada, denunció que la defensa de oficio asignada por la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas no le informó sobre la audiencia. Además, exigió que Succar Kuri continuara en prisión en Cancún.