Autoridades del municipio de Nanacamilpa, en Tlaxcala, dieron a conocer en rueda de prensa que están preparando la que será la ofrenda de Día de Muertos más grande del estado. Esta ofrenda, que se exhibirá del 28 de octubre al 3 de noviembre en el Barrio de Obregón, tendrá una extensión de 1,200 metros cuadrados. La comunidad busca posicionar su altar entre los más impresionantes del país, compitiendo con el de Veracruz, que actualmente ostenta el título del más grande de México.
Nanacamilpa, conocido por su riqueza natural y cultural, se ha consolidado como uno de los municipios más destacados de Tlaxcala al ofrecer una de las ofrendas más grandes y espectaculares del estado. Cada año, durante las celebraciones del Día de Muertos, la comunidad de Nanacamilpa se reúne para montar una monumental ofrenda que no solo honra a los difuntos.
Este año, la ofrenda de Nanacamilpa superó las expectativas, a empaquetando varios metros de largo y ancho, decorada con una impresionante variedad de elementos tradicionales: cempasúchil, velas, papel picado, calaveras de azúcar, y ofrendas de alimentos típicos como tamales, pan de muerto., frutas y bebidas como atole y pulque. Además, se incluyen objetos personales de los seres queridos a quienes se dedica el altar, registrando la importancia del vínculo entre los vivos y los muertos.
La ofrenda es el resultado del esfuerzo colectivo de los habitantes, quienes colaboran en la recolección de los elementos y en el montaje, convirtiendo esta actividad en un símbolo de unidad. El altar también cuenta con la presencia de figuras que representan a personajes históricos y culturales de la región, así como espacios dedicados a los difuntos que fueron esenciales en el crecimiento de Nanacamilpa.
Además de la ofrenda, el evento incluye actividades complementarias como danzas tradicionales, música y recorridos guiados para los visitantes que llegan de diferentes partes de Tlaxcala y del país. Este año se espera un récord de visitantes, quienes no solo disfrutarán de la ofrenda, sino también de la hospitalidad y riqueza cultural que caracteriza a Nanacamilpa.
La ofrenda más grande de Nanacamilpa es, sin duda, un reflejo de la devoción de su gente por conservar vivas las tradiciones mexicanas y un recordatorio de que, durante estos días, el mundo de los vivos y los muertos se encuentran en un abrazo simbólico lleno. de luz y sabiduría.