De niño era un pequeño músico que tocaba el barítono y la trompeta en la Casa de la Cultura de su pueblo, conforme creció, Herlich Hernández sumó a sus gustos, la lectura; y cuando llegó a la edad de un universitario se convirtió en el mejor promedio del examen de admisión de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO).
Sí, este joven, originario de San Pedro Comitancillo, obtuvo la mejor calificación de todos los estudiantes que, como él, solicitaron y cumplieron el proceso de nuevo ingreso para ser parte de la plantilla estudiantil de la UABJO.
“No me lo esperaba, la verdad. Fue muy emocionante porque yo sabía que no iba a ser fácil quedarme y que estaba dura la competencia”, relató.
Herlich Hernández es ahora estudiante de nuevo ingreso de la Licenciatura en Medicina y Cirugía, en el campus Tehuantepec, sede que eligió porque está al alcance de las posibilidades económicas de su familia y porque se ubica a tres horas de distancia de su hogar donde lo esperan sus padres, María Luisa y Juan.
“Mi mamá es maestra de kínder y mi papá es campesino, y él siempre me ha dicho que le eche ganas para que salga adelante porque el trabajo de campo es pesado; y sí lo es, algunas veces lo acompañé a trabajar a su pueblo, en Amuzgos, y es un trabajo muy pesado”, señaló.
Un estudiante de excelencia que al momento de decidir en qué universidad cursar su educación universitaria optó por dos opciones, presentó examen y en ambas fue aceptado. Al final, eligió quedarse en la UABJO.
– ¿Por qué elegiste estudiar medicina?
“Mi papá me inculcó el interés por la medicina y mis amigos del CBTIS, donde estudié, me llevaron también por ese camino. Descubrí que me llamaba la atención conocer sobre las enfermedades y ver cosas través del microscopio”, dijo.
También reconoce a uno de sus maestros, al que todos llamaban Caballero, como quien influyó en él para que decidiera estudiar medicina. Con ese docente, Herlich hacía prácticas en las que exploraba las células de la sangre.
“Era estricto, pero enseñaba bien, y me empezó a gustar el área blanca”, puntualizó.
Herlich ya vivió la experiencia de pisar por primera vez el campus de la Facultad de Medicina y Cirugía de la UABJO. “Fue algo bonito y muy interesante”, así lo definió.
Durante el curso de inducción conoció las aulas, los laboratorios y su funcionamiento, así como la tecnología con la que cuenta esta facultad, la cual tiene prestigio nacional.
De ser el mejor promedio en el examen de admisión, este joven, residente de uno de los municipios del sureste de Oaxaca, en el istmo de Tehuantepec, ahora aspira a colocarse entre los mejores promedios de la facultad y, a futuro, convertirse en un cardiólogo, a menos que ocurra algo extremo que se lo impida.
“No sabes qué va a pasar, la vida puede cambiar”, comentó.
Pero mientras la vida no cambia y como a él le da la oportunidad de impulsar sus proyectos de vida, no piensa desaprovecharla, y lo mismo deberían hacer el resto de sus compañeros y compañeras.
“A todos los que tienen la oportunidad de estudiar, aprovéchenla, no todos pueden estudiar lo que quieren, ya que sus padres no tienen dinero. Yo no estaría aquí sin el apoyo de mis padres, por eso siempre les agradezco”.