El síndrome de Tarzán, también conocido como el «comportamiento de liana», describe un patrón en el que una persona pasa rápidamente de una relación a otra sin permitir tiempo para el duelo o la reflexión.
Este término se deriva de la imagen de Tarzán balanceándose de una liana a otra sin soltar una hasta tener la siguiente firmemente en la mano y fue acuñado por Sinesio Domínguez Suria, quien escribió un libro sobre el tema, en cual hace referencia a los hombres que no sueltan una novia hasta tener a la otra.
“Como lo hace Tarzán con las lianas”, explicó Gabriela Gutiérrez Mendoza, jefa de la Unidad de Educación y Extensión para la Igualdad en la UNAM, citada por el medio digital La Silla Rota.
En el contexto de las relaciones amorosas, este comportamiento puede indicar una dependencia emocional o un temor a la soledad.
Cristian Nodal, uno de los artistas más destacados de la música regional mexicana, ha sido objeto de atención no solo por su talento musical, sino también por su vida amorosa. Sus relaciones, a menudo muy publicitadas, han suscitado especulaciones sobre si podría estar manifestando el síndrome de Tarzán en su comportamiento amoroso.
Patrón de relaciones amorosas
Nodal ha sido vinculado con varias figuras públicas en un corto período, lo que ha llevado a algunos observadores a sugerir que podría estar evitando el tiempo necesario para sanar entre una relación y otra.
La rapidez con la que se ha involucrado en nuevas relaciones después de terminar otras puede ser un indicio de que podría estar buscando evitar el dolor emocional de una ruptura al lanzarse rápidamente a una nueva relación.
En el lapso de 7 años, el cantante ha tenido cuatro parejas; entre cada una de ellas, el mayor periodo de soltería ha sido de tres meses. Se separó de Belinda en febrero de 2022 y en mayo de ese año anunció su noviazgo con Cazzu.
Nodal y Cazzu anunciaron su separación el 23 de mayo de 2024 y justo esa misma semana comenzaron a circular fotografías de él con Ángela Aguilar en aeropuertos y conciertos. ¿Son novios?, se preguntaban sus fans y así lo expresaban en redes sociales.
Dos semanas después Nodal y Aguilar confirmaron su noviazgo; ambos se dijeron enamorados y amados uno al otro, pese a que unas semanas antes él parecía feliz al lado de Cazzu con quien tuvo una hija en noviembre de 2023; es decir, ocho meses antes de su nueva relación.
Necesidad de reflexión y sanación
El síndrome de Tarzán puede impedir que una persona aprenda de sus experiencias pasadas y crezca emocionalmente.
Al no tomarse el tiempo para procesar una ruptura, es posible que Nodal, como cualquier otra persona en una situación similar, no esté abordando las causas subyacentes de sus relaciones fallidas.
Esto puede llevar a un ciclo repetitivo de relaciones que no satisfacen sus necesidades emocionales a largo plazo.
Citada también por La Silla Rota, la psicóloga Paulina Uribe, Maestra en antropología social, indicó que más allá de la polémica en redes sociales o los memes que generan likes, hay un fondo qué analizar en el comportamiento de Nodal porque implica la reproducción de violencia de género.
“Creo que en ese sentido las figuras públicas tienen una responsabilidad muy importante: no seguir reproduciendo estos patrones que generan violencia. Vivimos en un país atravesado por la violencia y entonces creo que tienen una gran responsabilidad de no reproducir estos patrones. Es necesario que estas personas públicas se preparen, se eduquen, se capaciten, vayan a terapia si es necesario”.
Bajo la perspectiva de género, subrayó que el ejemplo de las figuras públicas es importante, pero igual que cualquier persona, deben “considerar no andar brincando de una relación a otra como si fuera un consumo”.
“Es muy lamentable que figuras públicas nos hagan creer que las personas se consumen, que el amor se consume, que el amor se acaba y que, como ya se acabó, pues me voy con otra persona”, puntualizó Uribe.
Influencia de la fama
La fama y el escrutinio público pueden exacerbar este comportamiento. La constante atención de los medios y la presión para mantener una imagen pública pueden hacer que figuras como Nodal sientan la necesidad de estar siempre en una relación, reforzando así el comportamiento de «liana».
La vida bajo el reflector puede aumentar la ansiedad y el miedo a la soledad, motivando una búsqueda constante de compañía y validación externa. Hay un impacto en la salud emocional
El síndrome de Tarzán puede tener efectos negativos en la salud emocional a largo plazo. La incapacidad para estar solo y reflexionar sobre experiencias pasadas puede llevar a problemas de autoestima y dependencia emocional.
En el caso de Nodal, un patrón repetitivo de relaciones rápidas podría afectar su bienestar emocional y su capacidad para establecer vínculos profundos y significativos.
La importancia del crecimiento personal
Para superar el síndrome de Tarzán, es crucial que las personas se permitan tiempo para sanar y reflexionar entre relaciones.
En el caso de Nodal, tomarse un tiempo para estar solo y comprender sus necesidades y deseos podría ser beneficioso. Este período de introspección puede ayudar a romper el ciclo de relaciones fugaces y fomentar un crecimiento personal más sólido y saludable.
Como figura pública, Nodal tiene la oportunidad de influir positivamente en sus seguidores al demostrar la importancia de la reflexión y el crecimiento personal en el amor.